¿Qué son los chakras y cómo funcionan?

El origen del sistema de los chakras se remonta a la filosofía de la India, que durante los últimos 10.000 años ha buscado respuestas para entender el espíritu humano. Esta búsqueda ha permitido elaborar mapas holísticos para lograr comprender el universo interno y externo.

El yoga plantea que el ser humano está integrado por distintos cuerpos, que vendrían a ser una especie de envolturas de la persona.

Desde que Einstein enunció su famosa Teoría de la Relatividad, sabemos que materia y energía son intercambiables y que todo lo que existe en el universo es energía, solo que en una frecuencia vibratoria distinta.

Si trasladamos el paradigma Einsteniano al Ser Humano, lo podemos definir como “un conjunto multidimensional de campos de energía interconectados”, de los cuales el cuerpo físico sería solamente la parte más densa, la de frecuencia vibratoria más lenta.

Además del cuerpo físico, tenemos un campo energético que nos envuelve, y que tiene una frecuencia vibratoria más rápida y más sutil. Es por esto que no lo podemos apreciar con los ojos físicos, ya que solo puede ser captado por una determinada longitud de onda de luz, la que no alcanzamos a ver.

En este campo se hallan los niveles emocional, mental y espiritual, cada uno de los cuales corresponde a frecuencias vibratorias diferentes del cuerpo físico y sucesivamente más elevadas o sutiles.

En este campo o cuerpo energético encontramos miles de canales de energía llamados nadis. Cuando estos nadis se juntan en un punto forman centros de energía, denominados chakras. Se calcula que en nuestro cuerpo hay miles de chakras con distintas dimensiones y funciones.

Los siete chakras principales son vórtices energéticos que se encargan de la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía de la vida.

Entonces, podríamos decir que los chakras son transformadores de frecuencia energética y una especie de pequeñas bodegas de almacenamiento.

Tienen forma de embudo, con su parte estrecha partiendo de la columna y la parte ancha abriéndose hacia fuera del cuerpo. En la parte externa del chakra se encuentran unas subdivisiones de torbellinos que funcionan como canales de energía a través de los cuales fluyen las energías que penetran y emanan de los chakras. Cada chakra tiene una frecuencia vibratoria distinta.

La palabra chakra proviene del sánscrito y se traduce como rueda, por referirse a las ruedas de energía del cuerpo etérico que da vida a una parte de nuestro cuerpo físico. Este cuerpo denominado etérico tiene exactamente la misma estructura que el físico, incluyendo los órganos y se extiende de 1 a 5 cms más allá del cuerpo físico.

La energía que actúa detrás de nuestro cuerpo físico se desenvuelve dentro de un sistema muy perfecto. Dentro de cada ser, existe una inmensa red de nervios que interpretan todo lo que acontece en el mundo exterior, es decir en el mundo físico que está formado: por nuestro cuerpo energético, nuestros chakras y los tres canales energéticos que son los nadis (ida, pingala y sushumna), todos ellos cuidan de nuestro ser físico, espiritual, intelectual y emocional.

Los chakras son centros vitales de energía con una vibración y función específicas. Cada chakra es un centro de actividad que recibe un aspecto de la energía de la vida de la vida y la asimila y la distribuye. La distribución se da a través de estos nadis que vendrían a ser tubos o arterias. La energía circula por estos canales tras salir de los chakras y se conecta con el sistema nervioso. De ahí pasa al sistema endocrino y por último a la sangre, que nutre el cuerpo.

Las terapias energéticas como la acupuntura, homeopatía, reiki, terapia floral, trabajan en este cuerpo etérico.

Como ya mencionamos, los chakras principales son siete, que se corresponden con plexos nerviosos del sistema autónomo y su función básica es captar, absorber y canalizar el prana (también conocido como chi o ki, que es la energía vital) contenido en las energías latentes en el espacio, así como las telúricas y etéricas del planeta.

Podemos imaginar que el ser humano es una empresa destinada a recoger las respuestas a las experiencias físicas, emocionales, mentales y espirituales de lo que podríamos llamar una tercera dimensión. Esta empresa estaría compuesta por siete departamentos estancos que recogen reacciones distintas ante la misma experiencia.

· La primera planta, que coincide con nuestro primer chakra, recoge todo lo que tiene que ver con la supervivencia. (Capacidad de Confianza Básica)

· La segunda recopila respuestas creativas y sexuales. (Capacidad de Gozo o Extática)

· La tercera, las basadas en el poder. (Capacidad Emotiva y Poder Personal)

· La cuarta, las relativas al amor y a la compasión. (Capacidad Afectiva)

· La quinta podría ser una especie de departamento de prensa, pues se trata de las comunicaciones. (Capacidad Creativa e Inteligencia Existencial)

· La sexta toda suerte de respuestas mentales (racionales o intuitivas), el juicio y la razón. (Capacidad Intuitiva)

· Y la séptima, las espirituales. (Capacidad de Trascendencia)

Este sistema de energías dinámicas constituye una alternativa a la visión materialista de la ciencia occidental, pero no es en absoluto incompatible ya que los chakras coinciden con los plexos neurovegetativos, sus órganos dependientes, una glándula, y un grupo muscular con la piel que lo recubre.

Los músculos de cada centro tienen también un sentido expresivo peculiar: cumplen una función voluntaria y de descarga emocional específica.

¿Por qué centramos nuestro trabajo en los chakras?

Una de las vías más eficientes para vincularnos con lo interno es el trabajo corporal conciente, ya que la corporalidad es la sede de profundas energías creativas, sanadoras y trascendentes.

Nuestros cuerpos están compuestos principalmente por elementos químicos como hidrógeno, oxígeno, carbono y nitrógeno. La vida está conformada químicamente con multitud de estos elementos integrantes en el origen del universo o polvo cósmico. A raíz de esto, podemos decir que nuestro cuerpo es el universo concentrado. En él podemos encontrar todos los fenómenos cósmicos y recuperar nuestras energías más profundas. Somos un microcosmos dentro del macrocosmos. Existe una simetría de múltiples relaciones analógicas entre la estructura y las características del universo y las del cuerpo humano.

En este contexto, cada ser humano constituye un campo de configuraciones de energía e información, que contiene todo su potencial para crecer, expresarse y desarrollarse en plenitud.

La reconexión con estas energías primordiales no pueden ser alcanzada por disciplinas únicamente verbales o lingüísticas, pues se encuentran en niveles previos y mucho más profundos que el lenguaje. Para ello necesariamente debemos recurrir a disciplinas corporales y energéticas, que nos ayudan a activar nuestra memoria molecular y ponen las energías universales a nuestra disposición, además nos devuelven una experiencia vivencial de enraizamiento en el universo y nos permiten sentir que la vida tiene un sentido intrínseco, profundo y vital.

Es por esto que en nuestro trabajo, ya sea que utilicemos la Danza Primal, tapping, eneagrama, consultoría o coaching como herramienta, el mapa de base siempre va a ser el sistema de los chakras, debido a que es un encuadre que nos permite llegar a niveles más profundos de comprensión e integración, con miras a poder desarrollarnos como individuos plenos y sanos.

Fuentes:

“Chakras: El Viaje del Héroe”- María José Álvarez Garrido

“El Libro de los Chakras”- Silvia Roura

“Ciencia y Arte del Desarrollo Personal, Transpersonal y Social”- Daniel Taroppio

“Los Chakras y los Arquetipos”- Ambika Wauters

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1 comentario en “¿Qué son los chakras y cómo funcionan?

  1. Muy curioso e interesante para mí en estos momentos. ¿Causalidad?? jejejeje!! Justo comienzo una nueva etapa de aprendizaje y descubrimiento de los chakras. Voy a hacer un retiro en Semana Santa donde me empaparé a conciencia de esta importante información que debe aplicarse a la vida de cada uno. Gracias por compartir 🙂

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