Significado e importancia del espiral

“El espiral simboliza el proceso de crecimiento y evolución. Representa el proceso de volver al mismo punto una y otra vez, pero en un nivel diferente, de este modo que todo se ve con una nueva luz.” – Angeles Arrien- 

 

Relacionado con el círculo, constituye el símbolo antiguo de la diosa, de la matriz, de la fertilidad, de la fuerza femenina de la serpiente, del cambio continuo, y de la evolución del universo. En la simbología maorí, koru significa nuevos principios, armonía, crecimiento y vida. Para los celtas tenía que ver con evolución y crecimiento holístico, dejar ir, sumisión, liberación, conciencia del uno en el contexto del todo, conectividad y unión con lo divino y las energías cósmicas. 

El espiral es una formación natural frecuente en el reino vegetal, evoca la evolución de una fuerza, de un estado. Es continuidad, desarrollo, emancipación, rotación creacional; en una palabra el espiral es fertilidad con todo lo que connota. Es el inicio y el fin, nacimiento y finitud, transformación. 

Además, es uno de los símbolos más antiguos y se encuentra en todos los continentes, desempeñando un papel fundamental en el simbolismo desde su aparición en el arte megalítico. 

En muchos lugares representaba el ciclo «nacimiento-muerte-renacimiento» así como al Sol, que se creía seguía ese mismo ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente. 

Desde las épocas más antiguas, la humanidad se ha sentido fascinada por el movimiento en espiral, que consiste en una rotación hacia un punto central o el recorrido inverso. En todas las culturas antiguas, el espiral, que es la forma natural del desarrollo y movimiento, ha sido un símbolo del viaje hacia la vida eterna. La forma espiral se utilizó como símbolo místico de la búsqueda del alma de su liberación, representando el camino que girando, iba al centro de lo divino. 

Estas formas están inscritas a todos los niveles del espacio y el tiempo. Los hallamos en las galaxias, en el sistema solar, en el código universal de la vida, en la religión y en el arte de todas las culturas humanas. Pero, ¿cuál es su significado más profundo?, ¿cuál es el sentido último del mensaje que nos transmiten y qué relación tienen con nuestra propia existencia como hijos de las mismas estrellas que iluminan nuestro destino? 

La Tierra nació a partir del movimiento en espiral de una nube de gas y polvo cósmico. Desde entonces, los espirales forman parte de nuestro entorno cotidiano. Podemos contemplarlos en todos los niveles posibles, tanto en el espacio como en el tiempo. El espiral aparece en la naturaleza y en la ciencia: describe la rotación del universo, los movimientos de las estrellas. 

La propia naturaleza eligió dicha forma para su crecimiento y desarrollo. La forma helicoidal está presente en lo más recóndito de los seres vivos, como en la doble hélice del ADN (ácido desoxirribonucleico) que codifica nuestra herencia. 

El cuerpo humano también contiene la triple hélice del cordón umbilical, formado por dos arterias y una vena. Las huellas dactilares, las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos, así como la estructura torsionada de algunos huesos y el caracol de nuestro oído interno -una de las espirales más perfectas- también evocan la misma forma, que asimismo observamos en las olas que culminan enroscándose, en las conchas de los caracoles, el movimiento de los ciclones o tornados y las curvas espirales divergentes o centrífugas de las galaxias. 

Todos estos casos constituyen ejemplos de cómo la naturaleza repite una y otra vez este motivo que nos acompaña desde que nació el sistema solar. Al fin y al cabo, éste es una espiral que integra otra mucho mayor: el inmenso remolino de la Vía Láctea, que gira vertiginosamente en el espacio repitiendo el mismo motivo. 

Tal vez por ello, dicha forma se convirtió desde tiempos remotos en uno de los símbolos más universales de la Humanidad y la encontramos en todas las civilizaciones como un Leitmotiv omnipresente. 

En las culturas precolombinas, el dios de la lluvia, Tlaloc, era representado saliendo de la boca de un caracol gigante, y Quetzalcóatl estaba estrechamente relacionado con caracoles marinos. Para los mayas , el solsticio de invierno era el momento cero en su cosmología y la espiral simbolizaba ese origen. 

La Venus de Milo fue representada girando sobre sí misma en movimiento ascendente, con su parte superior desnuda y la inferior cubierta, como si estuviese abandonando el ropaje de la materia en su ascenso en espiral. 

El caduceo hermético, con el doble enroscamiento de las serpientes, reproduce la misma forma que el doble movimiento de los Nâdi, canales situados a ambos lados de la columna vertebral que ciertas prácticas yóguicas ponen en movimiento a fin de lograr el despertar de la Kundalini, para que ésta ascienda hasta el chakra (vórtice energético) situado en la cabeza. Todas estas configuraciones serpentinas reiteran idéntico Leitmotiv. 

El antiquísimo símbolo del Yin y Yang, es también una forma de espiral que carece de principio y fin. Todo se expande y multiplica, dando origen a la dualidad, para regresar de nuevo a la divinidad, una vez finalizado el proceso. 

En el Hinduismo  la doble espiral representa la evolución, partiendo de su centro, y la involución, regresando al mismo. Es el Kalpa y el Pralaya, nacimiento y muerte. 

Para numerosos pueblos africanos, esta forma simboliza la dinámica de la vida y la expansión de los seres dentro de lo manifestado. Entre los Dogón, representa la semilla de Amma; es decir, el verbo o palabra de Dios. 

También se ha asociado la espiral con la Gran Rueda de la Vida, que simboliza los ciclos de la naturaleza. 

En la Tradición Cabalística, el alma bajaba en espiral para adquirir una presencia física en el momento del nacimiento, se creía que al morir se producía el proceso inverso y el alma subía de nuevo en espiral.

Elemento arquetípico 

No cabe duda de que estamos ante un arquetipo de nuestra psique más profunda: el inconsciente colectivo de C. G. Jung. Podemos imaginarnos el descenso de esta forma espiro-helicoidal desde el espacio, representando así el recorrido que efectúa la energía universal para que, atravesando distintos planos, niveles y estadios del Cosmos, en su descenso se convierta en energía cada vez más densa, hasta alcanzar el estado de la materia, tal y como la conocemos. Si el recorrido es efectuado en un sentido inverso -es decir, ascendente-, representará entonces la evolución. 

Si trasladamos la forma helicoidal en el espacio y en una dirección horizontal determinada, irá tomando el aspecto de un muelle y también simbolizará el proceso evolutivo humano. Este movimiento de hélice codifica el desarrollo y la continuidad de los distintos estados de la existencia. Estos se repiten, pero siempre en planos diferentes. 

Los grados de la Iniciación también siguen el mismo modelo. Por eso suelen expresarse gráficamente bajo la forma de una escalera de caracol ascendente. “El Dragón del Conocimiento” o “la Serpiente de la Sabiduría” , aparecen con frecuencia enroscados en las columnas de algunos templos, partiendo de su base, que es la representación de lo físico y material, para ir subiendo en una lenta ascensión hacia lo superior y lo trascendente. 

El vórtice de la espiral no sólo regula la vida desde un nivel galáctico hasta un nivel subatómico, sino que también refleja e incluso rige la conciencia. El espiral puede estimular los estados de sintonía espiritual, por lo que también ayuda ubicar dibujos, pinturas o fotografías de este extraordinario símbolo en lugares apropiados de la casa o del lugar de trabajo. 

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6 comentarios en “Significado e importancia del espiral

  1. Me encantan las espirales, tanto que en mis cuadros aparecen casi en continuo. Para mí representa el movimiento de la energía. Energía que entra y sale de nuestro cuerpo, energía que se mueve por el universo.Como tu dices en el texto, también nos habla de evolución o crecimiento, superar etapas. Nos indican que hemos subido por la espiral desde abajo pero todavía queda mucho más por subir, por crecer, por aprender, por integrar en uno mismo. 🙂

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    • Hola Angela.

      Gracias por tu comentario. Los espirales me han acompañado desde hace un tiempo, ya sea como manifestación de mi subconciente, como a través de lo estético. Me encantan, y me da mucho gusto encontrarme con amantes de los espirales. Quizás sería bonito formar una ¿comunidad del espiral? Saludos para ti. Patricia

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      • Buena idea Patricia, hay grupos para tantas cosas que por qué no uno de gente que siente curiosidad, magnetismo o debilidad por las espirales. Por algo son la representación de la secuencia de Fibonacci. Algo mágico!!! 🙂

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  2. Me encantan los espirales, siempre los empleo en mis trabajos y la verdad no sabía por qué los pintaba tanto de manera inconciente, pero desde que investigué su significado me gustan mas y los veo en todas partes.

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  3. Han pasado 4 años después​ de esta gran publicación que es una grata sorpresa saber que no estoy solo y quiero compartir que los espirales en efecto son manifestaciones del universo para entender porqué evolucionamos y para qué. Pero la mejor pregunta es cómo. Si, porque nuestros ojos nos hacen testigos de admirarlos por pequeño que sea, por ejemplo podemos ver con nuestros ojos un espiral del ADN (microcosmos), del caracol de mar, de jardín, remolinos del cabello, espirales en tornados, huracanes, en los campos de trigo, en mis tatuajes, en las galaxias, agujeros de gusano, hoyos negros, el multiverso (macrocosmos). Pero realmente sabemos CÓMO SURGEN? Sin usar tus ojos me imagino que no sabríamos que existen, entonces cierralos y dime si aún están ahí. Así es, ahí siguen y siguen tocando la evolución universal, los espirales son movimiento infinito, los espirales son energía, una tormenta de energía visible e invisible, los espirales son fuerza y debilidad, los espirales están en la vida y en la muerte, los espirales son vibración, causan emociones. Para mi losbespirales son el lenguaje del universo creador. Gracias por leerme​, gracias por darme paz interior Ángeles.

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  4. Nunca pensé que las espirales despertasen tanto interés en todos y por todo. El nautilus me obsesiona desde hace tiempo. En la obra de Salvador Dalí “Vuelo de una abeja sobre una granada un momento antes de despertar” encontráreis un pequeño nautilus. Muchos otros artistas la han reflejado en sus obras. En torno a la repetición en la Naturaleza de algunas formas geométricas escribí una entrada en mi blog “Enlaflordelavida.com”.
    Si os apetece leerla su título es “Y todo por una flor”.
    Paco, siento lo mismo que tú, para mí también las espirales son el lenguaje del universo creador.
    Un saludo a todos.
    Una arroba (espiral) es el signo mediante el que nos comunicamos en Internet, por algo será.

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